Cosautlán de Carvajal Ver
Miércoles 24 de Agosto de 2022
Lágrimas, profunda tristeza y exigencia de justicia, tres elementos que se mezclaron en todo un pueblo que no se resigna a aceptar como una realidad que Irán Chimal López, el jovencito que fue víctima de sicarios cuando caminaba por una céntrica calle de la cabecera municipal de Cosautlán, ahora haya sido conducido en hombros dentro de un ataúd al cementerio de la misma ciudad que lo vio nacer, crecer, jugar y quizá hasta enamorarse de alguna jovencita.
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Medio Cosautlán estuvo presente en un impresionante cortejo fúnebre. Alumnos de diversos colegios de la cabecera municipal recibieron el permiso de los profesores para, en muchos casos aún con el uniforme, asistir a despedir al amigo, al compañero, al vecino.
Rostros de incertidumbre, de incredulidad, de ira contenida.
Pero nada dio respuesta a la gran pregunta: porqué?, porqué un jovencito, casi un niño?, porqué Irán?.
Medio Cosautlán, por no decir todo el pueblo, se declaró en luto. Medio Cosautlán, por no decir todos, lloraron la muerte de un niño, de un jovencito que apenas se asomaba a la vida.
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!! Vuela alto Irán!! , fue el grito ahogado de cientos de voces que con garganta quebrada por la tristeza y el lloro, despidió para siempre a este adolescente que como único error, es haber salido de su hogar a una hora que no debió haberlo hecho.
Un improvisado monumento formado apenas por unos tabiques que sostienen una veladora y unas flores en el sitio en donde cayó sin vida el niño, que seguro fue erigido por manos piadosas, es la única evidencia visible de la tragedia.
Por lo demás, Irán se ha ido. Se ha ido para siempre.
Irán: por favor!! Vuela Alto!!!.