lunes, 1 de agosto de 2016

LOS CIENTO CINCUENTA COATEPECANOS QUE JAMÁS LE ATINAN




En el hermoso pueblo de Coatepec (espero que al menos sí me permitan decirle hermoso, con eso de que si uno no es de Coatepec, entonces no debe opinar ni meter su cuchara) quienes de manera activa y peleándose por ser sobresalientes unos de otros, preferentemente en periodos electorales, son entre cien o ciento cincuenta personas, quienes siempre se les verá de una u otra forma haciendo bulla, peleando, acusando, señalando, condenando a la jauría política y al siempre honorable cuerpo de servidores y representantes públicos en turno.
El resto de los coatepecanos, (más o menos 80 mil ) se limita a ver, a veces a escuchar y en mejores ocasiones a reírse. No más.
De esos cien, máximo ciento cincuenta personas, se desprenden grupos de "masters" de la política, quienes todo lo entienden, todo lo disciernen, todo lo conocen a dedillo, nada les es oculto. Es más, dentro de esos cien o ciento cincuenta, hay quienes hasta archivos secretos y clasificados obran en sus manos, en donde se revelan los secretos más infamantes y en donde se esconden las intrigas que Ágatha Christie hubiera envidiado para sus novelas. Nada más que no las dan a conocer al público porque...pues porque.....pues porque no....¿porqué habrían de hacerlo?. Es más, no les da la gana y ya...Esa es información de ellos...¡vaya¡
Y valga el reconocimiento a estos iluminados, cien o ciento cincuenta 'masters', porque ellos son los que ostentan y se autodesignan calificadores de calidad. Ellos, por ser ellos, cuentan con toda la calidad moral para emitir decisiones generales sociales en cualquier tema, todas ellas casi con el sello de "decisión calificada", que el resto de los mortales que obviamente no forman parte de ese élite de cien o ciento cincuenta iluminados, pues simplemente no pueden ni siquiera medirse con semejantes inteligencias superiores.
Y bueno, entre todas las preponderantes responsabilidades auto-impuestas dentro de estos cien o ciento cincuenta coatepecanos, está la de opinar respecto a los candidatos en turno, de los diversos Partidos Políticos.
Y en ese fenómeno me quiero detener un momento.
Pudiera yo, si quisiera, enlistar a las decenas de "muy distinguidos coatepecanos" (¿porqué los demás no son distinguidos?) que con denuedo, emoción fanática como dijera Hitler, me condenaron cuando en 2007 señalé que Sergio Ramírez Cabañas no debería ser Presidente Municipal en Coatepec.
Incluso, dinero fue invertido en el semanario hoy desaparecido "Mundo Nuevo" de Coatepec, para enfrentar nuestra opinión como La Voz de la Región y aseverar que "la opción", así de simple, era Ramírez Cabañas, quien a la postre ganó la elección.
Pero apenas tres años después, los mismos que lo llevaron al Poder, que lo sentaron en la silla, que lo halagaron, que le aplaudieron, salían de Palacio Municipal echando pestes de él y señalándolo como "el más corrupto de todos los presidentes".
¿Raro?. ¿Qué les hizo cambiar de opinión?. ¡Quién sabe¡. Lo cierto entonces, es que por el testimonio de ellos mismos quedó clarísimo que ¡simplemente se habían equivocado¡.
Luego, esos mismos cien o ciento cincuenta, expusieron sus mesas, sus foros, sus estrados, sus plataformas. Un nuevo Presidente Municipal llegó con el aval de ese muy selecto grupo de iluminados y siempre "distinguidísimos" coatepecanos. Tres años después, ¡¿Quééé?¡. ¡¡Que Coatepec hereda una deuda de 60 millones de pesos?¡¡¡.
Y entonces, quienes alabaron al saliente, quienes comieron de sus dádivas, quienes gozaron de sus fiestas ofrecidas en conocido rancho...¡se voltearon y sin más comenzaron a mentarle la madre¡.
Y la historia repetida obligó a la pregunta obvia ¿Entonces esos cien o ciento cincuenta, se volvieron a equivocar? y pues la lacónica respuesta fue espontanea: pos claro...
Ya para entonces, llegó un nuevo proceso electoral. Ahora había que cambiar de candidato. Se necesitaba uno que fuera "cabrón", "chingón", y pues 'Juanelo' fue el elegido.
Vítores al por mayor. Muestras de que "ahora sí cabrones, llegó Juanelo". Y pos ni modos. El que ganó ganó.
Pero, oh infortunios de la vida que castigais inmisericordes al mendigo, haciéndolo más mendigo de lo que su mendicidad lo ha hundido, pues nada, que a Juanelo su "Gober" lo acusa, lo acosa, lo corre y lo pela.
Y nada. ¡Que los que alabaron, halagaron, ensalzaron, aplaudieron, defendieron y quisieron a Juanelo, ¡¡ahora le mentaban la madre, por ser, "de todos, el más pinche ratero"!!. ¡Vaya¡. Cómo cambia el hombre.
O sea, que los cien o ciento cincuenta que se encargaron de predecir épocas de paz, prosperidad, desarrollo y avance social con "Juanelo", ¡¡se volvieron a equivocar!!.
Ya en esas historias, el ministerio de Ley otorgó a Julio Hernández Ramírez la presidencia municipal interina. La primera semana, las pleitesías políticas fueron extraordinarias. Todo mundo se peleaba por un lugar preponderante en donde poder saludar "aunque sea de rapidito" al "señor presidente Julio".
Las voces de varios de aquellos cien o ciento cincuenta, se comenzaron a escuchar, de "que ahora sí Coatepec tiene rumbo".
Sin embargo a los 40 días más o menos de aquél "paraíso municipal", las voces comenzaron a cambiar: "a ese no le toca gobernar...le toca al doctor Palacios", me dijo personalmente varias veces un excéntrico y denodado defensor de "la ley constitucional que establece con claridad quién debe gobernar".
En fin. Que conforme avanzaron los días, los mismos que buscaban a Julio Hernández antes para "saludarlo aunque sea de rapidito", ahora se hacían como que no lo veían, "porque además aburre....nunca se ríe"; en contraparte predecían: "mejor ahora que llegue el doctor Palacios...con ese nos vamos a entender muy bien".
La semana que asumió el cargo el doctor Ricardo Palacios (el viernes 24 de Julio de 2015) inició ya con expresiones muy contundentes, retadoras y cargadas de sobradez, de los defensores de "mi amigo el doctor Palacios". Ahora resultaba que "todos" eran "grandes amigos" del futuro Presidente Municipal.
Y sí. Aquél viernes 24 de Julio, un montón de aquellos cien o ciento cincuenta coatepecanos, que me precio de casi identificar por nombres y apellidos al menos al 95 por ciento, estaban presentes. Sus rostros no cabían de orgullo. Sus pechos se inflamaban con aquél sentimiento de triunfo, de victoria, de soberbia, de altivez. "Ya ven como somos bien chingones....nuestra palabra es la Ley cabrones", leí en un comentario que amablemente me escribieron en facebook, debido a que (para variar) la Voz de la región había venido cuestionando al doctor Palacios.
Y bueno....la historia con el chiste se cuentan solos. Ahora, ¡¡otra vez¡¡ buena parte de aquellos cien o ciento cincuenta "muy distinguidos coatepecanos" pues ahora ¡¡dicen que ni madres!!, que el doctor Palacios "es lo peor" y ahora ya hasta me lo hundieron más abajo, porque hay quien expresó recientemente "este gobierno de Ricardo Palacios es más peor que el de Ramírez Cabañas y que el de Manolo Sánchez"
Y mi pregunta es ¿O sea que entonces ¡¡se volvieron a equivocar¡¡?. Y pues la respuesta es un rotundo y contundente ¡Sí!.
Lo que para terminar este artículo, no me deja otro pensamiento que ....¡¡Ah que brutos son entonces estos cien o ciento cincuenta¡¡.... Porque debido a su brutez, uno ya no puede ni podrá creerles ni el padre nuestro leído en el misal....